Jose A.Pereira
A nadie se le escapa que estas son dos de las piezas más importantes de la batería. El bombo posee la voz más grave y potente de todo el conjunto y, por ello, cumple una función de cimentación básica en la interpretación. El pedal que utilizamos para tocar el bombo es, a su vez, sumamente importante ya que de su correcta elección y ajuste se derivará una sencilla ejecución. Muchos músicos saben que tan importante es un buen sonido de bombo como un pedal cómodo. Quizás la audiencia sólo sea consciente del sonido pero el interprete conoce la importancia de las piezas que no suenan. En este artículo vamos a comentar algunos tópicos relacionados con esta pareja que está destinada a entenderse; el bombo y el pedal de bombo.
El Bombo
Corría más o menos el año 1550 cuando los Turcos trajeron a Europa lo que hoy conocemos como bombo a través de las rutas de comerciales con Asia. Como por aquel entonces los turcos poseían un gran imperio, el bombo fue conocido y utilizado por muchas otras culturas de la época. Más tarde en América se desarrollaba toda una cultura africana proveniente de los esclavos que más tarde se fusionaría con la europea. El bombo tal como hoy lo conocemos, y la batería en general, son el fruto de la fusión de todas estas culturas.
Así como hay muchos músicos que coleccionan cajas, no es tan normal que se coleccionen bombos. Un problema de espacio debe tener parte de culpa aunque no exclusivamente. Parece que el bombo, si bien es muy importante, no define tanto el carácter del músico como la caja. Hay multitud de grandes baterías que son reconocidos inmediatamente por el sonido de su caja, pero se cuentan con los dedos de una mano los que se reconocen por el de su bombo. Con todo, su función es de suma importancia. También depende, en gran medida, del tipo de música que se interprete. Por ejemplo, el plato de ritmos (Ride) es la pieza fundamental en el Jazz por encima de la caja y el bombo.
El bombo es, como hemos dicho anteriormente, la pieza que aporta la voz más grave y poderosa al sonido general de la batería. Es por ello que los estilos de música que más uso y abuso hacen de él son, precisamente, los más fuertes como el Heavy Metal y similares. Es una cuestión de sonoridad ya que si, por ejemplo, hemos de apoyar un arreglo de metales, la caja y un splash pueden ir bien. En cambio, si lo que hemos de apoyar es un poderoso riff de guitarras bien saturadas, lo propio será hacerlo con el bombo. Ya sabemos que no existen normas pero, en general, funciona así. No obstante, la mayoría de seguidores de estos estilos deberían tener en cuenta que músicos de Jazz como Louie Bellson ya usaban doble bombo en los años 50 cuando ni siquiera existían estas nuevas y potentes corrientes musicales.
Ha habido y hay músicos con una excelente técnica de bombo como, por ejemplo, Tony Williams en el Jazz o John Bonham en el Rock. Tanto estos como muchos otros utilizaban un único bombo y conseguían muy buenos resultados con un solo pie. El doble bombo, si bien existía de antes, fue carta de presentación de baterías como Billie Cobham, Simon Phillips y un largo etcétera. El uso de uno o dos bombos es una elección muy personal ya que cada opción posee sus ventajas e inconvenientes. Hoy en día nos encontramos en un momento en que todas las técnicas y estilos se dan la mano. Nadie se asusta al escuchar a Horacio "el Negro" Hernández cuando utiliza esos poderosos arreglos de doble bombo en un contexto de Jazz-latino. Parece que actualmente impera la ley del "Todo vale" en la que el bombo y su utilización no iban a ser una excepción.
Otros músicos como Virgil Donati han popularizado, que no inventado, la técnica de golpes dobles con los pies. Con ello han conseguido tocar todo tipo de rudimentos que, en principio, parecían destinados a las manos. El momento actual lleva a pensar que es precisamente el control de los pies y pedales lo que más ha avanzado en las últimas décadas. Si echamos un vistazo atrás descubrimos que baterías como Buddy Rich ya tocaban con las manos al mismo nivel de hoy en día, sin embargo, los arreglos con el bombo parecen haber evolucionado más. Parece que la comunidad baterística ha centrado su atención en los pies desde hace algunos años.
Los bombos, al igual que el resto de las piezas, se construyen con madera. Ha habido (aún se fabrican algunas) baterías de metacrilato y fibra e incluso acero, pero son excepciones. Así como la caja la tenemos en muchos materiales distintos, el bombo es de madera en un 95% de las ocasiones. El tipo de madera puede variar. Con el arce se crean bombos de gran pegada, volumen y ataque. Con el abedul, en cambio, se consigue calidez, cuerpo y, en general, un sonido más controlado. El cerezo tiene mayor dulzura de sonido y calidez. Cada madera, en definitiva, aporta su sonoridad. Las medidas influyen mucho. Las más usuales suelen ser 20" o 22" de diámetro variando en la profundidad. Una medida que está demostrando un excelente resultado es 22" de diámetro por 18" de profundidad. No dejéis de probarlo porque es un cañón. Sin embargo, hay estilos de música que precisan otro tipo de medidas más pequeñas como 18" o incluso 16" de diámetro. Estos bombos suelen poseer mayor definición en las notas. Baterías de Rock actuales y, en su mayoría, de la década de los años 70, utilizaban bombos de gran tamaño (26" y 28") consiguiendo unos sonidos muy interesantes para el estilo musical en el que se desenvolvían.
En cuanto a los herrajes del bombo, son muchos los partidarios de que no esté taladrado y que los toms se sujeten en soportes a parte. De esta forma, el bombo no soporta el peso de los toms y esto permite que su casco vibre con mayor libertad. Actualmente, la mayoría de las marcas ofrecen esta opción cuando encargas la batería. Son diferencias pequeñas pero ayudan en el resultado final.
Los parches que se suelen usar en el bombo también dependen de los gustos personales pero parece haber una inclinación hacia los parches gruesos de dos capas. Esto sucede porque en la música Pop y Rock el bombo recibe un tratamiento distinto al resto de los toms. En dichos estilos se pretende que tenga una sonoridad muy grave y potente aunque se sacrifique la nota. En cambio, en el Jazz, el bombo es algo así como "el tom más grave" por lo que se utilizan parches y afinaciones parecidas a la de los toms. Por supuesto que esto es a grandes rasgos ya que cada músico posee su propia visión. No toméis todo esto como norma de obligado cumplimiento sino como simple referencia.
Otro factor interesante es si el bombo ha de ir "asordinado" o no y cuanto. La mayoría de los baterías suelen colocar algo dentro del bombo que funcione como apagador del sonido. A tal efecto se emplean pedazos de goma espuma, cojines o almohadones, toallas e incluso papel con unos resultados bien curiosos. La idea es conseguir el sonido deseado y cualquier material es bueno si nos ayuda a obtenerlo. Algunos baterías prefieren tensar poco los parches y dejar el bombo vacío. Con esta estrategia se consigue un sonido muy poderoso y con gran volumen. El único inconveniente, si lo es, radica en que tendremos un poco de sostenimiento de la nota al golpear. O sea, el sonido del bombo tendrá un poco de cola. Esto no es malo en absoluto pero incomoda a algunos técnicos de sonido. Si los parches se aflojan lo suficiente esta cola desaparecerá porque dejarán de vibrar. Otro inconveniente es que, con los parches tan sueltos, el sonido es bueno cuando se toca fuerte pero es peor cuando se toca suave puesto que pierde la nota. En cualquier caso, la última palabra nos la dirá el efecto que cree al usarlo en la práctica. Para la mayoría de los músicos lo más inteligente es sacar el mejor sonido con el bombo vacío y después, si es necesario, se va "rellenando" el bombo con la sordina. Es bueno empezar poniendo poco para no matar el sonido más de la cuenta. No debemos olvidar la comodidad puesto que podemos encontrar que un bombo con los parches muy sueltos tenga un buen sonido pero resulte muy difícil tocar en él. Por el contrario, un bombo con los parches tensos puede ayudar en la ejecución pero no tener el sonido deseado. El músico decidirá que prefiere comodidad y buen tacto o buen sonido. A veces coincide que tenemos el tacto preferido y el sonido deseado pero no es lo usual.
El Pedal de Bombo
Es muy importante la aparición del pedal de bombo porque marca el nacimiento de la batería. Tengamos en cuenta que, hasta ese momento, para tocar el bombo y la caja hacían falta dos personas. Al aparecer el pedal, una sola persona podía tocar la caja con las manos y el bombo con el pie y de esta manera se conformó la primera batería a finales del siglo XIX.
En el año 1909 un constructor de instrumentos llamado William F. Ludwig produjo su primer pedal de bombo operativo. Aunque existían anteriormente otros mecanismos similares para ser controlados con el pie, el pedal de Ludwig supuso una revolución ya que se podía tocar el bombo de manera rápida, precisa, con libertad y comodidad. Esto permitía concentrarse mejor en la labor de las manos sobre la caja u otros instrumentos.
Desde el año 1909 ha llovido mucho y los pedales de bombo han mejorado enormemente. De hecho los herrajes, en su conjunto, son la parte de la batería que ha mostrado una mayor evolución durante el pasado siglo. Los pedales actuales son muy suaves, precisos y duraderos. Prácticamente todas las marcas desarrollan su propia línea de investigación al respecto. Actualmente parece que la moda es conseguir el mayor grado de ajuste posible. De esta forma, encontramos pedales en los que se regula absolutamente todo. El tiempo dirá que es lo que está destinado a perdurar o a desaparecer. Un buen ejemplo fue el pedal doble que en su día supuso un invento un tanto atrevido pero que ha demostrado su valía a lo largo de los años convirtiéndose en un clásico.
Normalmente los pedales vienen muy bien ajustados de fábrica aunque, después, la tensión del muelle se regula según el gusto del intérprete. En cuanto al sonido, probablemente sea la caja la que mejor define al músico pero en lo que respecta a lo demás se lleva la palma el pedal de bombo.
También podemos encontrar mazas construidas con diferentes tipos de materiales; madera, plástico, felpa, etc. De esta forma el sonido del bombo se ve ligeramente modificado según se prefiera.
Para todos aquellos que comienzan a adentrarse en el increíble mundo de la batería es conveniente recomendarles que no gasten todo su dinero en un buen bombo y que piensen en el pedal ya que, aunque "no suena", es fundamental para aprender con corrección todas las técnicas. Los pedales de bombo, de charles y el asiento son muy importantes para tocar con comodidad. Muchos grandes baterías recomiendan comenzar con una batería de gama media o baja pero con unos buenos pedales. Por algo será.